EL GRAN JUEGO DE LA POLE POSITION

Está historia cuenta que hay 5 pilotos; un español, un inglés, un finlandés, un brasileño y un polaco. Tienen que competir en una carrera de Fórmula 1 el próximo fin de semana, en el Circuito Gilles Villeneuve de Canadá. Quedaron para verse el viernes por la noche en París. El restaurante que escogieron para cenar es Altitude 95 situado en la primera planta de la Torre Eiffel. Tiene una fantástica vista al Sena, y desde este lugar es inevitable no acordarse de uno de los mejores pilotos de la historia en la Fórmula 1 Ayrton Senna.

Estaban los 4 pilotos en la mesa esperando a que apareciera el inglés, el 5 piloto. Estaban bromeando diciendo que como llegaba tarde, quedaría 5 en la parrilla. Al poco tiempo llego el inglés y dijo: I'm sorry, y sin decir nada más se sentó con los demás. El menu consistiá en un Entrée; Foie gras de canard ou Saumon mini jumé. Plat; Blanc de cabillaud, viemnoise d’herbes ou quasi deveau rôti, cocotte de légunmes. Dessert; L’incontournable Opéra ou Cheesecake à notre façon.


El español que ya tenía hambre dijo: y sí pasamos del menu y nos pedimos Arroz a la cubana, nos sentaría de maravilla. El inglés dijo: Fish and chips, el finlandés dijo: Food_MakkaraMuusi,el brasileño dijo: La feijoada y por último el polaco dijo: Barszcz y bigos.
La camarera puso cara de simpática pero al ver que no se decidían estuvo a punto de ofrecerles el menú infantil. Cuando el español dijo: traiga 5 menús variados.

El brasileño dijo: ¿Está vez como nos jugamos la Pole Position?. El inglés dijo: a la carta más alta. El polaco dijo: a los dados. El finlandés dijo: al parchís. El brasileño dijo: a los bolos y el español dijo: nos la jugamos a la “Play”.
Estuvieron 1 hora y media decidiendo cual sería la opción más adecuada para este gran Premio de Canadá. En los postres llegaron a una decisión, se reunirían todos en una habitación del hotel y harían una partida al “Monopoly”. Quien consiguiera más dinero conseguía la Pole.

Todos estuvieron de acuerdo, mejor dicho casi todos, el inglés puso algún problema que otro, pero quedo solucionado antes de tomar la decisión final.
Eran las 11 de la noche y se reunieron en la habitación del finlandés, pues le habían dado la habitación más amplia. Quizá porque es rubio, ojos claros y muy guapo.

Eran las 11.15, empezaba el juego. Todos querían conseguir la Pole Position, así que estaban muy concentrados pensando donde debían comprar y donde no. Después de varias rondas se veía claramente quien había jugado poco a este juego. El polaco empezó a comprar, sin pensar en una estrategia clara y su dinero se iba agotando. El inglés dominaba bastante el juego, compró las más caras, y de dinero iba bastante bien. El brasileño se lo tomo con calma, compraba pero con prudencia. El finlandés tuvo la suerte de caer en el grupo que tienen el mismo color y enseguida pudo edificar. El español tenía suerte en los dados, no caía en ninguna comprada por los demás y en cambio, sí caía en la casilla de “suerte” donde cogía una carta que siempre le beneficiaba.

Después de hora y media se veían dos claros ganadores a la Pole, el inglés contra el español. El polaco tuvo que abandonar, se quedo sin dinero. Más tarde el finlandés quiso arriesgar y apostó por edificar, pero los jugadores no caían en sus casillas, así que tuvo que hipotecar, pues se había quedado sin dinero. El brasileño estaba enfadado, no tenía buenos dados y decía que así no se podía jugar.

Eran cerca de la 1 de la madrugada. Habían abandonado 3 jugadores, sólo quedaban 2. La partida estaba muy igualada. El inglés tiró los dados y uno de ellos voló por la habitación. Todos se levantaron para buscarlo y ver qué número había salido, ya que sí salía un 5 habría caído en la casilla donde tenía que pagar una gran suma de dinero. El inglés estaba nervioso, al levantarse deprisa tropezó y puso justo la mano donde había caído el dado. Pero todos pudieron ver el número que el dado tenía antes de salir disparado de nuevo.


El español grito diciendo: He conseguido la “Pole Position”, ¡toma, toma, toma! Los demás felicitaron al español menos el inglés que le dijo: la has conseguido por muy poco, la próxima vez será para mí, no me dejo vencer tan fácilmente. El español le contestó: Esto ha sido un juego y he ganado. Siempre juego para ganar y en la próxima carrera del Gran Premio de Canadá, intentaré ganar. Tengo un espíritu ganador que lucha por dentro, para demostrar lo mejor de mí por fuera.